¿Quieres realizarte un tratamiento de bótox y estás buscando la mejor opción?
En el Instituto Muñoz Cariñanos, en Sevilla, estarás en las mejores manos.
Pero, antes de llevar a cabo tu tratamiento de estética, lo mejor es informarse de qué es el bótox, para qué sirve y en qué casos se emplea.
La toxina botulínica, también llamada “bolutina” o comúnmente conocido como bótox, es una neurotoxina elaborada por una bacteria denominada Clostridium botulinum. Aunque es mayormente conocida la aplicación del bótox en el campo de la estética, su utilización como medicamento ha ayudado enormemente en el campo de la medicina gracias a los precisos avances en su conocimiento. Desde la clínica del doctor Muñoz-Cariñanos, en Sevilla, nos adentramos un poco más en este campo para informarte.
A lo largo de todo este tiempo, numerosas investigaciones sobre el bótox han puesto de relieve que la toxina botulínica es totalmente inocua y tiene numerosos beneficios en medicina.
¿Para qué se usa el bótox?
Como comenzábamos comentando, mucho hemos oído hablar del uso del bótox como tratamiento estético y la maravillosa respuesta que produce en nuestro rostro, evitando la generación de las arrugas de expresión que tanto nos envejecen. Gracias a la capacidad que posee la toxina botulínica para producir parálisis muscular transitorio, podemos dirigir aquellos músculos que acentúan con la gesticulación la aparición de los primeros signos de madurez. Hay que incidir en que el bótox es totalmente inocuo y sus efectos en el tratamiento estético son transitorios.
Pero además de la aplicación estética, como la que se realiza en el Instituto Muñoz Cariñanos de Sevilla, el bótox se utiliza para el tratamiento de numerosas enfermedades.
Ocho usos médicos con bótox:
Otorrinolaringología: Los otorrinolaringólogos usamos el bótox para tartar la disfonia espasmódica producida por espasmos de los músculos de las cuerdas vocales, que pueden impedir la articulación del lenguaje. También es usado para tratar los movimientos involuntarios en el paladar.
Dermatología: Aquí el bótox se usa como mecanismo de control de la sudoración en casos de hiperhidrosis facial, axilar, palmar y plantar. Cuando existe sudor excesivo que produce, en casos graves, grietas y ulceraciones en pies, manos y axilas.
Neurología: El bótox es muy efectivo en distonias (hiperactividad de varias partes del cerebro que provoca contracciones musculares de repetición); espasticidad secundaria a parálisis cerebral infantil, postraumática o por enfermedad vascular cerebral; y también esclerosis múltiple. Se han hecho estudios en tratamientos de migraña y cefalea tensional constatando su eficacia.
Oftalmología: En algunos casos el bótox es el tratamiento ideal para tratar el estrabismo en niños y adultos, pudiéndose en un alto porcentaje evitar la cirugía.
Ortopedia: Se emplea en la tortícolis (distonia cervical), también en padecimientos espásticos donde el bótox es el tratamiento de elección por encima de cualquier otro, dolor en la espalda, cuello y espina dorsal, producidas por contracturas patológicas.
Odontología: Para el tratamiento de bruxismo temporomaxilar (apretar o rechinar los dientes por la noche, debido al estrés o por trastornos del sueño). Estéticamente también disminuye el volumen de la zona temporomandibular.
Proctología: En casos de fisuras anales, el bótox tiene unos magníficos efectos. Éstas suelen producirse a causa de estreñimiento severo, lo que provoca dolor y hemorragia. La toxina botulínica se aplica en la fisura para reducir el espasmo del esfínter y permitir una cicatrización mucho más rápida.
Psiquiatría: En recientes estudios se están constatando los resultados satisfactorios en el tratamiento a pacientes con depresión crónica. Los investigadores han observado que en pacientes que fueron tratados con bótox en la zona del entrecejo (ceño), la depresión remitió o habían notado una considerable mejoría.
Como podemos apreciar, son numerosos los usos del bótox. Gracias a él, muchas personas han podido dar solución a enfermedades que antes eran crónicas y sin tratamiento médico posible, con un deterioro importante en su calidad de vida. Sin embargo, el conocimiento de uso más extendido es su aplicación en estética, donde los resultados son realmente espectaculares.
En el Instituto Muñoz Cariñanos, en Sevilla, ofrecemos este tratamiento tanto en su uso para tratar ciertas enfermedades como en el campo de la estética. El doctor Muñoz-Cariñanos es el encargado de proporcionar los distintos tratamientos.
Para cualquier información puede ponerse en contacto con nosotros en los teléfonos 954 37 80 80 o 954 38 25 21, donde podremos dar solución a sus problemas.