La importancia de limpiar las fosas nasales

Desde el Instituto Muñoz Cariñanos, centro otorrino en Sevilla, queremos aconsejarte sobre la salud de tu garganta, nariz y oídos. Además, como expertos en rinoplastia en Sevilla, en esta ocasión nos centraremos en la nariz.

Para mantener la salud de tu nariz, hay que comenzar por tener una higiene correcta. De ahí la importancia de limpiar las fosas nasales.

La nariz es uno de los filtros más importantes de nuestro cuerpo. Por tanto, los conductos a través de los que el aire entra en nuestro cuerpo deben estar siempre limpios y despejados. Es el primer paso para evitar, en la medida de lo posible, acudir a nuestro centro para una rinoplastia en Sevilla. Al menos para una intervención de este tipo por causas funcionales.

Si mantenemos la nariz libre de obstrucciones, evitaremos dañar la correcta funcionalidad de este aparato. Porque desarrollar una enfermedad en la nariz puede alterar todo el cuerpo.

Las fosas nasales pueden terminar obstruidas por diferentes motivos. Desde un resfriado hasta una alergia pueden provocar gran cantidad de mucosidad que se acumula en la nariz. Pero también las fosas nasales pueden obstruirse por alguna inflamación.

En este último caso, te recomendamos acudir a tu otorrino en Sevilla. El doctor Pablo Muñoz-Cariñanos tratará tus síntomas y solucionará cualquier problema que puedas tener (rinitis, sinusitis, etc.)

Incluso si tu problema son pequeñas deformidades en la nariz que impiden el paso del aire, existe solución. En el Instituto Muñoz Cariñanos tenemos al mejor equipo experto en rinoplastia en Sevilla. Porque con esta intervención también se solucionan los problemas respiratorios de los pacientes.

Pero, ¿cómo mantener limpias las fosas nasales para evitar problemas?

Una rutina diaria (varias veces al día) debe ser intentar expulsar la suciedad de la nariz hacia afuera. Es decir, sonarse la nariz utilizando un pañuelo. Pero sin presionar los orificios, porque así impedimos que salga nada.

También es importante hacer lavados nasales al menos una vez al día con suero fisiológico o agua de mar.

En general, es conveniente evitar ambientes muy resecos y con mucho polvo para mantener limpia la nariz. Pero, si no puedes evitarlos, es conveniente hidratar después las fosas nasales. Un buen lavado te ayudará. También sonarte la nariz de la forma en la que lo hemos indicado anteriormente.

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